La posible
instalación de la planta se convirtió en eje central de discusión
para las legislativas. De allí que Weretilneck adelantara que no se
hará en Viedma.
por Adrián Pecollo
El debate
antinuclear marcó el proceso electoral de Viedma. El oficialismo
reconoce que esa discusión impactará negativa en su perfomance y,
además, detecta que ese rechazo favorecerá a la lista de Magdalena
Odarda.
Bastaron dos
meses y toda estrategia previa se desmoronó. El proyecto nuclear
para la “costa atlántica”, anunciado a fines de mayo, se
introdujo en la comunidad, que -mayormente- temorosa se fue alistando
en frente. Existía ansiedad de información seria que tranquilizara
frente a los riesgos pero -ultimamente- la opción adoptada por el
gobierno provincial fue un llamativo silencio.
En ese terreno,
la resistencia se consolidó y, por momento, el rechazo se
radicalizó.
El último lunes,
el gobernador Alberto Weretilneck reunió a los referentes viedmenses
para profundizar su análisis. Juntó al vicegobernador Pedro
Pesatti, los legisladores Facundo López, Rodolfo Cufre y Graciela
Valdebenito, los secretarios Matías Rulli y Alejandro Echarren, el
presidente de la Lotería, Luis Ayestaran, y el subsecretario Gustavo
Glave.
Cada uno narró
su experiencia, coincidentes en relatos de oposición contundente.
Weretilneck preguntó qué hacer. Pesatti no expresó dudas y
entendió que debía excluirse inmediatamente a Viedma.
En cambio,
Valdebenito circunscribió el rechazo a un sector y eso no
representaba a sectores mayoritarios.
Rulli se aproximó
a la idea de Pesatti aunque admitió que una reacción apresurada
frustraría un proyecto positivo. Existió un abordaje pasos
intermedios, como propuestas de consultas. Echarren -como Ayestarán-
entendió que no había mucho margen.
Definición en
soledad
Al final,
Weretilneck clausuró todo análisis con una decisión ya adoptada en
soledad. “No será Viedma y lo anunciaré mañana”, comentó.
El gobernador
sabe del impacto negativo del proyecto nuclear en el escenario
viedmense y, también, dispone de sondeos que ese deterioro favorece
a Odarda. “Está superando el 30 % y con eso gana”, contó en las
últimas horas.
La senadora poco
tiene que hacer para quedarse con ese voto castigo. Ella siempre
resistió cualquier iniciativa de riesgo ambiental. Ayer volvió al
tema para cuestionar por “pocos serias” a la postura de
Weretilneck porque “los rionegrinos -afirmó- no quieren la central
en ninguna parte de la provincia, no sólo en el distrito de Viedma”.
Cambiemos,
llamativamente, parece fuera de cualquier evaluación, a pesar de su
ligazón nacional y, por consecuencia, el supuesto obligado apoyo al
plan nuclear. Aún así, el intendente José Luis Foulkes siempre
evitó definiciones y argumentó esperar para su opinión definitiva.
Ya no será necesaria.
En cambio, el FpV
no fue ajeno al proceso opositor pero persiste -salvo su nucleo duro-
un rasgo crítico de la ciudadania viedmense al liderazgo del
roquense Martín Soria.
El gobernador
sabe del elevado rechazo al proyecto en la capital y que mantener el
debate beneficia a la rival Magdalena Odarda, que resiste la
iniciativa.
Viedma
Hospitalarios
rechazan la instalación de la central nuclear
Viedma. Personal
del hospital Zatti se manifestó contra la propuesta de los gobiernos
provincial y nacional.
Contra la planta
nuclear. El rechazo a la instalación de una generadora de ese tipo
de energía en la zona se fue encadenando de tal forma que en poco
tiempo se trasformó en una manifestación cada vez más generalizada
y nunca experimentada de esa manera en la capital rionegrina.
La posibilidad de
la planta se sembró en China pero no tardó en germinar reacciones
adversas en Viedma. Primero dispersas en distintos sectores que se
fueron unificando en las asambleas realizadas en la catedral.
La generalización
de la información a través de las redes sociales jugó un papel
fundamental que terminó de cerrar el círculo de interés en el
ciudadano común que graficó su participación con la reciente
visita de los técnicos chinos que recorrieron la costa atlántica,
en una aparente selección de lugares de ubicación de la planta.
Fueron los vecinos -asambleístas o no- los que se encargaron de
cumplir una función de seguimiento de la delegación identificada
por las trafic del Ministerio de Turismo que dispuso el gobierno
provincial para la movilización de los especialistas orientales.
Les tomaron fotos
en distintas zonas y se encargaron de subirlas a las redes sociales,
nutriendo el trabajo de la prensa y superando la capacidad de estar
en distintos lugares alejados a la vez.
Ahora se suma
otra modalidad que inauguró esta mañana el personal del hospital
Zatti. Con un enorme pasacalle dirigido al gobernador Alberto
Weretilneck enfermeros, médicos, técnicos y otros profesionales se
tomaron una foto delante de las ambulancias en el ingreso al sector
de emergencias.
“Señor
gobernador: Alberto Weretilneck. Patagonia No nuclear”, señala el
enorme cartel con letras negras sobre un fondo amarillo y negro con
un destacado “no” en rojo.
No se descarta
que esta nueva forma de manifestación se repique en otros sectores
de la comunidad, mientras se convoca a una marcha para el nueve de
este mes de la que participarían vecinos de otras localidades.
El silencio del
gobierno con el arribo de la delegación internacional aumentó la
reacción adversa que no disminuyó con el reciente mensaje del
gobernador de descartar Viedma como lugar para la planta, teniendo en
cuenta la opinión de la comunidad que claramente se opone a la
ubicación en cualquier localidad rionegrina.
Obispo neuquino
se sumó a las preocupaciones por el proyecto
El obispo de
Neuquén Virginio Bressanelli declaró estar preocupado por la
central nuclear proyectada para Río Negro. En la presentación del V
Congreso Misionero Nacional explicó que “tenemos una lista larga
de temas que tratar, pero siempre en nuestros encuentros hay una
mirada sobre las cosas más acuciantes en nuestra región. Y ese tema
de la planta nuclear, es un tema que está en lista”.
Señaló que “es
un tema que nos preocupa mucho, tanto a nosotros como al resto del
pueblo. Nosotros no inventamos temas, son los mismos que le preocupan
a la gente.”
Además
Bressanelli dijo: “uno sufre frente a determinados temas, mucha
gente tiene miedo de la contaminación y que suceda lo que ha
sucedido en Japón (por el accidente en la planta Fukushima tras un
terremoto y tsunami). Si en ese país, que es una sociedad
tremendamente tecnificada, que tiene un progreso muy grande, pasan
desastres, ¿qué tenemos que pensar nosotros cuando estamos en una
realidad mucho menos fuerte en lo que es el cuidado ambiental?”, se
preguntó.
La postura de la
iglesia católica neuquina no es aislada. En Viedma, la institución
también ha tenido un rol protagónico en el debate nuclear.
La Catedral
viedmense abrió sus puertas ya en dos ocasiones para estimular el
funcionamiento de una asamblea popular que tuvo gran convocatoria y
que manifestó en contra de la iniciativa.
En los encuentrso
realizado el 6 y el 13 de junio representantes de entidades sociales,
concejales, referentes barriales, ambientalistas y vecinos se
expresaron contra la instalación en cercanías de la capital de una
planta nuclear y del acuerdo suscripto con ese fin por los gobiernos
de Argentina y China.
Neuquén
Fuentes:
Adrián Pecollo, El debate antinuclear marca el paso de la campaña, 03/08/17, Río Negro. Consultado 05/08/17.
Hospitalarios rechazan la instalación de la central nuclear, 03/08/17, Río Negro. Consultado 05/08/17.
Obispo neuquino se sumó a las preocupaciones por el proyecto, 03/08/17, Río Negro. Consultado 05/08/17.
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