Una fisura en las
compuertas de una presa obliga a evacuar a 70.000 habitantes.
por Pablo de Llano
Los efectos del huracán María están desbordando a Puerto Rico. Las lluvias e
inundaciones no cesan y el Gobierno de la isla trata de hacer frente
a una situación catastrófica en la que los problemas se
multiplican. Esta tarde la presa del lago Guajataca (noroeste del
país) ha empezado a tener problemas para contener con sus compuertas
el torrente de agua y las autoridades han activado un operativo
urgente para evacuar la zona y abrir el embalse antes de que se
rompa. En la zona que se puede ver afectada, municipios de Isabela y
Quebradillas, hay unos 70.000 habitantes.
El Servicio
Meteorológico Nacional informó de la posible ruptura de la presa y
urgió a los vecinos del río Guajataca a evacuar. La Guardia
Nacional se ha movilizado en la zona para intentar resolver la
situación de máxima emergencia.
Como venía
anunciando el Gobierno boricua desde el mismo miércoles, día en que
el ojo del ciclón arrasó Puerto Rico con vientos sostenidos de más
de 200 kilómetros por hora, la continuidad de las precipitaciones
torrenciales se ha vuelto la gran amenaza para todo el país. Casi
todo Puerto Rico se encuenta anegado y la previsión es que la lluvia
no pare durante el fin de semana. Según datos de Eric Holthaus, un
meteorólogo de referencia en Estados Unidos, si en agosto en Texas el ciclón
Harvey dejó en tres días inundaciones de 81 centímetros de alto,
en partes de Puerto Rico las inundaciones han llegado a subir hasta
90 centímetros "en menos de un día".
El gobernador
puertorriqueño, Ricardo Rosselló, ha dicho que tienen confirmadas
siete víctimas mortales, pero añadió que la cifra podría ser
mayor dado que no existe comunicación con varias alcaldías, sobre
todo de la zona sureste, por donde entró el huracán con vientos de
categoría 4 -segundo máximo nivel de la escala ciclónica-. A
algunas áreas los equipos de auxilio están intentando llegar en
helicóptero. Recuentos de medios locales sitúan la cifra de muertos
en torno a la quincena.
Prácticamente el
100 % de los 3,5 millones de habitantes de Puerto Rico está sin
energía eléctrica, agua corriente ni conexión telefónica. Las
autoridades han empezado a abrir carreteras primarias bloqueadas por
árboles y postes de luz. "La comunicación es la mayor de las
crisis aquí. Hasta organismos del propio gobierno se han quedado
incomunicados entre sí y han pedido asistencia a las autoridades
federales de Estados Unidos", informa desde la capital, San Juan (390.000
habitantes), el reportero Benjamín Morales, que comenta que hay
bastante gente en la calle buscando, sobre todo, señal telefónica.
El gobernador ha extendido hasta el domingo el toque de queda entre
seis de la mañana y seis de la tarde. Los pocos restaurantes
abiertos en la capital se encuentran abarrotados. También ha habido
reportes de algunos saqueos de tiendas.
Los daños en la
red de carreteras son generalizados y miles de viviendas por toda la
isla –con cerca de la mitad de la población en niveles de pobreza–
han quedado inservibles o muy afectadas. El alcalde del municipio de
Cayey (centro-sureste de la isla), Rolando Ortiz, ha dicho que en su
zona "son pocas las casas de primera planta que quedan en pie".
Además, según el regidor, los vientos de María han devastado el
frondoso paisaje local: "No hay vegetación", lamentó.
En el municipio
de Bayamón se fugaron de madrugada 13 presos aprovechando el caos.
Ocho habían sido recapturados esta tarde, según el diario El Nuevo
Día.
Puerto Rico
necesita de forma imperiosa ayuda del exterior. La Agencia Federal
para la Gestión de Emergencias de Estados Unidos (FEMA en sus siglas en
inglés) está enviando generadores de electricidad, agua, comida y
colchones. Las regiones de EE UU con extensa población boricua se
están empezando a volcar con la isla. El gobernador de Nueva York,
Andrew Cuomo, ha llegado este viernes en avión con un escuadrón de
rescatistas e ingenieros y ha sobrevolado la isla con Rosselló.
Desde Florida y Atlanta se espera la llegada inminente de generadores
de electricidad.
Según datos del
Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, María ha golpeado con más
virulencia a Puerto Rico que Katrina al estado de Luisiana en 2005 -el ciclón que más daños ha causado en la historia de Estados
Unidos-. La tormenta sigue en Puerto Rico y las pérdidas ya son
enormes en un país que arrastra además la mayor crisis financiera
de su historia, con una deuda de 120.000 millones de dólares y
problemas para cubrir los sistemas básicos de salud, pensiones y
educación.
El huracán
María, ahora de categoría 3, ha dejado en total más de 30 de
muertos a su paso por el Caribe. A los de Puerto Rico se suman 15 en
la isla de Dominica, dos víctimas en el archipiélago de Guadalupe y
tres en Haití.
Fuente:
Pablo de Llano, Puerto Rico, en alerta ante la posible ruptura de un embalse, 23/09/17, El País. Consultado 23/09/17.
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